En las películas proyectadas destacan el sexo, la comida, los sueños (tanto la necesidad de aspirar a algo como la necesidad de dormir). Por una u otra razón salen a flote las necesidades animales de los seres humanos y cómo estas son parte aguas para que se desate una gran historia. “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” de Peter Greenaway de Peter Greenaway.
Las tres secuencias que más me impactaron e irónicamente me atrevo a decir que me dejan con un sabor de boca no muy claro son:
La escena en donde Georgina y su Amante Michael huyen en el camión.
La forma en la que Albert alimenta a Michael con sus libros en la biblioteca
La secuencia de su última escena a la cual llamaré –la última cena de Albert- para mi gusto conservador fue muy impactante, así como el desenlace.
Estas secuencias transmiten tan claramente lo que están viviendo los personajes, que por nada del mundo me gustaría estar en su lugar y por momentos, hasta llegas a percibir los olores con la gran realización que muestran. Excelente producción.
También Descartando éstas ya mencionadas –ultimas cenas- la fotografía, los vestuarios, los personajes, la iluminación, los travelings y la narración son de muy buen gusto, muy bien trabajados y vale la pena volver a ver este film una y otra vez porque es de las películas que tiene tanta fuerza, que con una vez no es suficiente para entender todo el mensaje que intenta transmitir.
“El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”
Peter greenaway
1989