Una película que a pesar de no ser de nuestra época, aún se escucha decir: “no la puedes dejar de ver” y aún más tratándose de Orson Wells, el cual desde mi punto de vista tuvo una serie de ideas tan innovadoras que lograron trascender y marcar una pauta en la forma de contar historias (ojo: no sólo para el cine).
Un filme que se mantiene en blanco y negro, aunque para algunos puede llegar a cansar su vista, deberíamos estar agradecidos por tener a nuestro alcance éste tipo de material que, indudablemente es una joya para el cine.
Tras la muerte de Charles Kane, el periodista Thompson tiene la tarea de descubrir que quería decir Kane con la última palabra que pronunció; “Rosebud”. Es asi como se cuenta la historia de su vida en distintas etapas.
Thompson descubre mucho acerca de Kane pero ¿logra saber que quiere decir aquella misteriosa palabra? ¿Es posible que una palabra explique la vida de las personas?
Por la forma en la que se manejan; el tiempo y las causalidades, evocan curiosidad, suspenso y sorpresa ya que la historia brinca en el tiempo; la muerte de Kane, el noticiero, las visitas de Thompson a los allegados, se muestra en el presente y resulta que era el pasado. Se presentan flashbacks que tampoco llevan gran un orden. Sin embargo, con esta forma de manejar el tiempo, consigue mantener al espectador atento he interesado por saber que más va a pasar sin perder el hilo de la historia y esto provoca hacerte parte de la historia.
Personalmente, Kane es el personaje más atractivo de la historia, no sé si es porque se habla más de él o porque tuvo una vida diferente a la de la gente común.
Ciudadano Kane, “es una película que no podemos dejar de ver”, la forma de llevar la historia y la historia en sí nos permiten comentar durante varias horas los puntos de vista y percepciones de los espectadores.
Ciudadano Kane
Orson Wells
(1941)